se me va la vida en pensar que....

Terminar con una relación, la muerte de un ser querido, la partida de un amigo, sueños no logrados y deseos que parecen inalcanzables son situaciones que regularmente nos ocasionan mucho dolor  y en consecuencia sufrimiento, nos aferramos a la idea de poseer y controlar lo que llegue a nosotros, hemos logrado convencernos que lo que era un berrinche de niños ahora es una necesidad, los lujos son herramientas, los hijos, trofeos, las parejas, artículos de colección, que el amor se compra con regalos y que  entre mas costoso mas entenderá cuanto significa, ahora es mas simple comprar unas flores que decir un te quiero, ponerle punto final a una relación por un mensaje de texto o una llamada que tener el valor de verle a la cara  y decirle que ya no le amas, se nos va la vida en pensar que es lo que nos hace falta para ser felices, sin darnos cuenta que la felicidad la tenemos en casa y por casa no hablo del hogar, si no de nosotros mismos.

Pocas veces, o casi ninguna reflexionamos en la idea de que nada o nadie es para siempre, que todo esta en constante cambio y movimiento, que la partida de alguien da lugar a la llegada de otras personas y que todo a nuestro alrededor depende de como yo lo perciba, contadas veces me eh puesto a pensar en lo afortunado que es el ser humano de que se hayan generado las causas y condiciones para esta hermosa existencia, de que en este universo tan basto lleno de misterios tenga la oportunidad de estar aquí, eh llegado a osar creerme dueña de mi destino sin siquiera tener la capacidad de comprender que es el destino o si en realidad existe.

En esta  sociedad en la que al humilde se le llama conformista, al ambicioso exitoso, al respetuoso sumiso, al ingenuo tonto , al infiel macho y a la pasión amor es un poco complejo no dejarse arrastrar por lo que muchos piensan que es correcto,  sin embargo habrá que abrir mas los ojos para darnos cuenta que nadie nos dará la felicidad verdadera como presente de cumpleaños o aniversario,  que el amor no viene empaquetado con garantía de felices por siempre, que los hijos jamás van a ser lo que esperas, si no lo que ellos con sus acciones generen ser, que tus padres podrán estar dispuestos a escucharte pero al final siempre estarás solo, que no importa cuanto desees tener algo, si no estas preparado para ello, nunca te llegara, que tus títulos, logros éxitos de esta vida mortal y mundana en una espiritual no son nada, y tomarnos un par de minutos al menos de cada día para reflexionar que lo que tengo en esta vida es suficiente y hasta demasiado,  pero que no lo comprendo por que soy un niño grande emberrinchado.